lunes, 2 de diciembre de 2013

En los últimos años, el tema ambiental ha tomado gran relevancia en todo el mundo. El aumento de la población, aunado al consumismo y el desarrollo tecnológico, son algunas de las principales causas del deterioro de los recursos naturales y del desequilibrio de los ecosistemas, causando no solo pobreza y hambre sino también grandes problemas de salud. Por esta razón, organismos  de diferentes partes del mundo, han unido sus esfuerzos para el desarrollo de conferencias y tratados en torno a esta problemática. Algunos de los principales avances obtenidos en el ambiento ambiental se presentan a continuación.

En 1972, se llevó a cabo la primera conferencia de las Naciones Unidas (ONU) sobre en Medio Ambiente Humano celebrada en Estocolmo, Suecia. Esta conferencia fue la primera iniciativa hacia el control ambiental global; en ella se establecieron una serie de principios guía para la conservación y el desarrollo de políticas internacionales referentes al ambiente.

El “Desarrollo Sostenible”, fue un término creado por la Comisión Mundial para el Medio Ambiente y  el Desarrollo, en el año 1987; presidida por la ex-ministra de Noruega, Ghro Brundtland, en su informe “Nuestro Futuro Común” donde se definió el desarrollo sustentable como: el desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer las capacidades que tienen las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades. El desarrollo sustentable implica pasar de un desarrollo pensado en términos cuantitativos (basado en el crecimiento económico) a uno de tipo cualitativo, donde se establecen estrechas relaciones entre aspectos económicos, sociales y ambientales, en un marco institucional, democrático y participativo, capaz de aprovechar las oportunidades que supone avanzar simultáneamente en estos tres ámbitos, sin que el avance de uno implique el daño al otro.


Por último, la conferencias de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, realizada en Río de Janeiro, Brasil; en el año 1992 denominada “Cumbre de la Tierra”. Donde participaron un gran número de países, y cuyo tema principal fue el desarrollo sustentable. En años posteriores, han ido surgiendo nuevas iniciativas en relación al cuidado del ambiente, donde se establecen medidas  para el cumplimiento de los compromisos adquiridos por cada uno de los países que forman parte de estos convenios. 

La Gestión Ambiental, es el conjunto de acciones y medidas orientadas a diagnosticar, restaurar, proteger y aprovechar los ecosistemas y los recursos naturales garantizando un desarrollo sostenible. La gestión ambiental debe ser un proceso permanente, que haga posible diseñar y ejecutar políticas ambientales, planificar y programar acciones que permitan lograr los objetivos y establecer normas tangibles y a corto plazo. Este concepto debe involucrar todos los ámbitos desde el gobierno, las instituciones, las industrias, el comercio y cada uno de los ciudadanos que forman parte de la sociedad.

Elementos de una gestión ambiental efectiva

La gestión ambiental tienen dos partes esenciales. En primer lugar, un  régimen ambiental plantea una serie de objetivos ambientales. En segundo lugar, para asegurar la realización de los objetivos planteados, el régimen descansa en una serie de instrumentos de gestión ambiental y de medidas de cumplimiento y aplicación.

Cada régimen de gestión ambiental debe definirse conforme a las particularidades del país u organización  en el que se aplicará, atendiendo a los problemas, las oportunidades y las limitaciones concretas del mismo. Es decir, no existe un modelo único  que pueda aplicarse en todas las circunstancias. Sin embargo, la experiencia internacional indica que sí hay ciertos elementos críticos para lograr la implementación efectiva de un régimen de gestión ambiental, como lo son los siguientes:

  •   La disponibilidad de información de calidad. La gestión ambiental no puede ser  efectiva si no se basa en información adecuada sobre el problema ambiental en cuestión, sus causas y su entorno. La información de calidad que se requiere debe obtenerse de manera periódica y por medios confiables, y debe administrarse y manejarse de manera eficiente. Asimismo, es importante que la información obtenida y almacenada sea transformada regularmente en conocimiento, es decir, ésta debe aprovecharse activamente mediante su análisis y aplicación. Finalmente, la información debe manejarse de manera transparente, asegurando que los funcionarios, la comunidad y otros interesados tengan el mayor acceso útil posible a ella. 
  •  El diseño, seguimiento y evaluación de los instrumentos de gestión ambiental. El  camino hacia el cumplimiento efectivo de los objetivos ambientales empieza en la  selección de los instrumentos que se emplearán y en su diseño adecuado. Estos deben basarse en los detalles concretos de la situación donde se aplicará cada instrumento. Entre los factores importantes a considerar destacan la factibilidad del cumplimiento de las obligaciones impuestas, las exigencias legales, la relación costo-efectividad; y el impacto sobre la ciudadanía. Además, el desempeño del instrumento elegido debe monitorearse y evaluarse para conocer los avances logrados hacia el objetivo ambiental deseado y, en su caso, hacer los ajustes necesarios.
  • La participación de la sociedad civil. A través de los años se ha demostrado que los objetivos  ambientales no pueden lograrse sin la participación de la sociedad. Los sistemas de gestión ambiental que se diseñan e implementan con la participación de la comunidad y de los individuos afectados e interesados, son más fáciles de aplicar de manera efectiva. La participación genera  apropiación y credibilidad, induce al cumplimiento y fortalece la rendición de cuentas. Además, los mecanismos de participación en la gestión ambiental multiplican los esfuerzos dedicados a la consecución de los objetivos ambientales.


Por otro lado, la capacidad institucional es un elemento muy importante en la gestión ambiental. Esta comprende tanto la disponibilidad de los recursos materiales, humanos y técnicos, como la dotación de las facultades legales necesarias y la existencia de mecanismos adecuados de coordinación institucional.

Aunque el manejo correcto y sustentable del ambiente es responsabilidad de todos, es bien sabido que las industrias, así como la actividad agrícola y pecuaria son las principales fuentes de contaminación y deterioro ambiental, pues en sus actividades productivas se hace uso de algún tipo recurso natural o sus desechos son dispuestos en los ecosistemas sin ningún tratamiento previo. Es por esto, que la gestión ambiental forma parte de las políticas gubernamentales de muchos países y se han creado además instituciones no gubernamentales acreditadas para el control, vigilancia y certificación de sistemas de gestión ambiental.

Cuando las actuaciones de carácter ambiental de una organización se realizan de forma conjunta, planificada y organizada, conforman un sistema de gestión ambiental, que proporciona un proceso estructurado para la mejora continua del comportamiento ambiental de la organización, mediante metas previamente establecidas como respuesta a las normas legales, a los riesgos ambientales, y las presiones sociales, financieras, económicas y competitivas a las que tiene que enfrentarse.

Los sistemas de gestión ambiental requieren un alto grado de conciencia ambiental a todos los niveles de la organización como un todo y no como un conjunto de partes e introduce una visión a largo plazo de las variables ambientales que afectan a la actividad; además, supone la integración de la organización en la comunidad que lo rodea.

Actualmente podemos encontrar dos grandes referencias en lo que respecta a los sistemas de gestión ambiental:

  • EMAS: es el sistema de la Unión Europea del 2001 de Ecogestión y Auditoría medioambiental, abierto a la participación de cualquier organización que se proponga mejorar su comportamiento ambiental.








  • ISO 14001: pertenece a la serie ISO 14000, promovido por la Organización Internacional de Normalización o Estandarización, ISO; organismo privado no gubernamental, creado en 1993. Está orientado a la mejora del desempeño ambiental a través de la prevención, reducción o eliminación de los impactos ambientales y su incorporación es voluntaria. Puede ser aplicada en todo tipo y tamaño de organización y ajustarse a diversas condiciones geográficas, culturales y sociales.


Ambos sistemas coinciden en numerosos apartados, aunque es destacable el carácter internacional de la norma ISO 14001, frente al europeo del EMAS.

Los organismos interesados en el establecimiento de sistemas de gestión ambiental pueden ser normalizados, certificados y acreditados según las normas anteriormente nombradas y deben seguir una serie de procesos establecidos. Esto puede brindarles ventajas competitivas a nivel de mercado y reducir a su vez el impacto que ocasionan sus operaciones. 

El siguientes enlaces contienen las normas ISO 14001:2004, para ampliar la información con respecto al sistema de gestión ambiental.
http://www.uco.es/sae/archivo/normativa/ISO_14001_2004.pdf








Referencias Bibliográficas:

  •  Javier, G.C., Miguel, F.S., (s/a). Como implantar un sistema de gestión ambiental según normas ISO 14001:2004. 2da edición. FC editorial.
  • Marta, B.C. (:::.). Gestión ambiental: camino al desarrollo sostenible.
  • Xoán, P.L. (2007). Gestión medioambiental: un objetivo común.  España. Cómo reducir el impacto medio ambiental de las actividades. 1era edición. Ideaspropias editorial. paginas 152.
  • Hewitt, R., Gary, R. (2003). ISO 14001 EMS: manual de sistemas de gestión ambiental. España. Thomson Paraninfo.
  • Jose, M.C., Jose A.A., raimundo, A.L., Nury, L.D., Orlando, C. (2005). Guía de gestión ambiental urbana: cómo elaborar un plan de acción concertado en una ecoregión. Colombia. Ediciones Uninorte.